Para la OMS la Salud es “El completo bienestar físico, psicológico y social y no solo la ausencia de enfermedades”. Todos queremos sentirnos físicamente bien, con todos los diagnósticos y controles analíticos en orden, con equilibrio mental y relaciones sanas y satisfactorias.

Claro que ,con frecuencia, bienestar no es sinónimo de felicidad y de paz en el alma. A muchos seres humanos no nos basta con tener cubiertos estos tres planos que llevan al bienestar, porque bienestar no es sinónimo de felicidad ni de paz en el alma. En mi práctica médica he oído esta frase cientos de veces: ”Estoy sano y lo tengo todo ¿por qué siento este vacío?” La sensación de que falta algo. A veces manifestado como una “falta de sentido”, sobre todo cuando la vejez, o las desgracias familiares nos enfrentan a la idea de lo finita y corta que es la vida y de lo pequeños y vulnerables que somos a poco que el destino nos atraviese con sus dardos envenenados.

El caso es que no comeremos perdices si solo pensamos en nosotros mismos y en nuestros seres queridos. Seguramente iremos camino de estar más completos cuando pensemos también el “El Otro” de la forma en que cada uno pueda o sepa hacerlo y tomando como “El Otro” no solo al resto de los habitantes de la Tierra, sino también al propio Planeta, pues ¿Cómo puede haber verdadera salud si seguimos destruyendo los ecosistemas al ritmo en que venimos haciéndolo? Cuando uno piensa, siente y hace más allá de si mismo podemos decir que estamos trascendiendo y accediendo al llamado mundo espiritual, entendido este como un concepto independiente de cualquier tipo de Religión establecida.

Así, la definición de Salud Integral podría quedar así: “Salud es el equilibrio físico, psicológico, social, ecológico y espiritual” Y por si no fuese poco, aún añadiría “Cultural y lúdico”. Con todo esto seguramente lograríamos estar casi sanos y un poco menos perdidos. Sí, he dicho “Casi” , pues no he conocido a nadie que poseyera en si mismo la salud perfecta. Estamos sujetos todos a la finitud y a la perfecta imperfección de la vida, por lo tanto de lo que se trata es de desarrollar el firme propósito de alcanzar la mejor y más amplia salud según las posibilidades de cada uno. Solo hay una cosa imprescindible que nadie, excepto nosotros mismos, tendríamos que aportar y es voluntad para lograrlo. Vayamos a por ello.